jueves, 28 de junio de 2012

MEDIACIÓN FAMILIAR


La Mediación Familiar en situaciones de separaciones y/o divorcio, es un proceso en el que las parejas solicitan y aceptan la intervención de una tercera persona, llamada mediador/a, con la finalidad de llegar a acuerdos que les permitan reorganizar su relación como padres, de tal forma que la separación no sea un obstáculo que dificulte o impida a los hijos mantener una relación abierta y equilibrada con ambos progenitores.

No existen dos parejas iguales, pero en general, cuando una pareja se separa atraviesa por un período de adaptación a la nueva situación. Es frecuente que la comunicación entre ellos quede rota. Ambas partes pueden sufrir angustia, sentirse deprimidos, sin capacidad de decisión, etc., teniendo la sensación de estar en un callejón sin salida, atravesar un período de confusión, con sentimientos de culpa, agresividad, incertidumbre, etc. Con la mediación familiar se ayuda a las parejas a adquirir un compromiso de cara a su nueva situación de separados por su propio bien y el de sus hijos, manteniendo un canal de comunicación mínimo, porque van a seguir relacionándose como padres en todas aquellas decisiones que afecten a los hijos.


Beneficios que comporta la mediación familiar

  • Permite el restablecimiento de la comunicación entre ambos progenitores. Ofreciendo a la pareja un espacio, neutral y confidencial, donde hablar de los problemas que les preocupan con respecto a su separación.
  • Fomenta en los participantes actitudes de colaboración frente a las de confrontación propias de un procedimiento contencioso. En una mediación, ambos progenitores están de un mismo lado, del lado de la familia y por tanto son capaces de priorizar un interés compartido, como es la parentalidad, frente a los intereses personales de cada uno de ellos.
  • Ofrece a los padres la oportunidad de tomar sus propias decisiones con respecto al futuro de sus hij@s, sin que nadie deba hacerlo en su lugar. El acuerdo que se busca es su acuerdo y la búsqueda se realiza por ambos progenitores de forma conjunta.
  • Facilita, la posibilidad de aprender nuevas maneras de encontrar soluciones a los problemas tantas veces discutidos entre la pareja. Nuevas formas de encontrar zonas de consenso que en un futuro pueden ayudarles a dar respuestas en común a los problemas que puedan surgir una vez producida la ruptura.

La mediación familiar es claramente beneficiosa para los hij@s ya que, en ella, se van a analizar los comportamientos y las actitudes que los padres deben tener a la hora de atenuar las consecuencias que la separación puede tener en el proceso adaptativo de los menores a la nueva situación familiar.

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